A los cinco años, José Luis Barba llamaba la atención en los escenarios escolares de su ciudad integrando el coro estudiantil. Su madre, de profesión concertista en guitarra lo impulsó a realizar una carrera musical. A mediados de los 80, forma parte de la "Nuevísima Trova Cubana", donde se reúnen los herederos de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. En 1990, Barba se une a la Agrupación de Conciertos de Cuba, con el grupo "Toma Uno" con el que realizó varias presentaciones de la mano de la Fundación Pablo Milanés. En ese periodo graba su primer disco "Dónde está la verdad", en los estudios Siboney. Su estilo musical es mezcla de la popular guaracha, el son y los ritmos afrocubanos. Con un lenguaje poético, Barba pretende convertir el lenguaje de la música en un idioma universal, cargado de felicidad y alegría. El artista grabó luego cuatro producciones en diferentes países: "Barba en vivo", "Una historia más", "Camino del alma" y "Buscando un buen color".
"EL BARBA" nació en el barrio habanero del Vedado, y creció en Zapata y C, zona colindante con un barrio marginal llamado muy a tono Pan con Timba, término que designaba la magra pitanza del hombre pobre cubano.
Por eso ilustraría sus orígenes con esta oportuna aseveración: "Soy una mezcla de la rumba de cajón, la tumbadora, la guaracha, el guaguancó, la cumbia, la guajira y el son".
Barba se define como un cantante "del barrio, del pueblo".
"Las líricas de mis obras hablan de la espiritualidad, de la humanidad, del alma latinoamericana, de las personas, y describen también un poco la esencia jocosa del lenguaje poético popular que es el sello particular de mis textos".
Su paso por peñas artísticas y el programa televisivo Todo el Mundo Canta, en el que compartió lides musicales con el ahora muy popular Francisco "Pancho" Céspedes, le sirvieron para el obligatorio fogueo.
Argelia Fragoso, graduada de dirección coral en Alemania y ella misma una volcánica intérprete cubana, fue la encargada de profesionalizarlo y lanzarlo "a los toros" junto a su colega de alternativas Gerardo Alfonso.
Barba alternó con Pedro Luis Ferrer, Nelson Díaz, el difunto Mario Daly y el grupo Monte de Espuma. Se hizo muy amigo de Silvio, Pablo, Frank Delgado, Polito Ibáñez, Kelvis Ochoa y Diana Fuentes, o sea el pasado, presente y futuro de la pujante trova cubana.
Es dueño de una magnífica voz que por momentos recuerda a Serrat, a Varela, Ferrer, y Frank Delgado, como si se erigiera en concentrado y resumen de todo ese acervo melódico, y de toda esa alegría de la cual no escapa la mínima sombra de ira.
Se autodefine como un "guitarrista rítmico", como aquellos de la estirpe oriental de Ñico Saquito, Lorenzo Hierrezuelo o Compay Segundo, y aunque en sus piezas anida eminentemente la alegría, se torna conmovedor en sus canciones y baladas.
De hecho Pablo Milanés, de quien se declara insobornable amigo, le obsequió la guitarra que usa habitualmente en sus presentaciones.
Luego de una estancia en Quito donde estableció un fuerte vínculo con Oswaldo Guayasamín, quien le obsequiara una obra plástica para la portada de su disco Buscando un color, llegó a Chile, invitado por el realizador Raúl Ruiz, uno de los artífices mundiales del cine de autor, para incorporarse al filme Cofralandes.
En esta cinta casi se protagonizó a si mismo, un juglar trotamundos que llega con sus historias fantásticas a la ciudad de Quilpué en los años 50 del siglo pasado.
En el país austral representó a Cuba en el Festival de Viña del Mar, en el 2004, donde defendió el son "La Musa de Los Poetas".
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